LOS VULNERABLES
- buscandoadiosps
- 18 nov 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 feb 2023

No apaguen el fuego del Espíritu.
1 Tesalonicenses 5:19
La convención social exige que desde muy jóvenes todos poseamos ya una mínima carga de corrupción. Lo contrario es lo raro, el candor en un adulto nos resulta no sólo extraño sino hasta sospechoso, pues es ajeno al preestablecido acuerdo de que no nos mantendremos puros por mucho tiempo.
El alma humana tiene una cualidad que la hace terriblemente vulnerable: su maleabilidad. Esta maleabilidad permite que desde el momento de su nacimiento el alma comience a transformarse, nuevos seres emergerán constantemente de la misma carne a lo largo de una sola vida. La continua metamorfosis es consecuencia directa de agentes externos e internos que sobre el alma descargan su peso deformando su contorno, mutándola, a veces para bien y a veces para mal, pero siempre luchando por ganar territorio en el pensamiento humano, cambiándola a tal punto que el camino de regreso resulta intransitable.
Intentemos aquí un experimento, amigo lector: allí donde te encuentras, busca una postura en la que estés cómodo, no importa si estás sentado, de pie o acostado, intenta encontrar una posición placentera. Ahora, cierra los ojos por un momento y trata de concentrar tu mente en un objeto, tu respiración, por ejemplo, olvida el resto del mundo para observar con detenimiento el ir y venir de tu aliento, el subir y bajar de tu pecho…
...no puedo evitar pensar en el alma humana como en un mar, con su eterna agitación superficial, ese oleaje de pensamientos que van y vienen sin detenerse y que muchas veces es lo único que conocemos. Pero si nos adentráramos bajo esa turbulencia encontraríamos una quietud que no esperábamos, (...) abriríamos los ojos a una esencia profunda e inmóvil cuya existencia ni siquiera sospechábamos.
¿Lo intentaste? ¿Cuánto tiempo pasó hasta que tu mente se extravió en otras cosas, hasta que corrió al encuentro de alguna imaginación, alguna memoria, alguna pena?, si te aproximas a la vasta mayoría del resto de los mortales habrá sido tan solo un puñado de segundos.
A Patanjali, filósofo hindú, se le atribuye el Yoga Sutra, texto compuesto por 195 aforismos que se esfuerzan por explicar la esencia del yoga. El segundo y tercer aforismo rezan:
2 El Yoga es la aptitud para dirigir la mente exclusivamente hacia un objeto y mantener esa dirección sin distracción alguna.
3 Entonces nace la capacidad de comprender plena y correctamente el objeto.
Cuando leo los aforismos de Patanjali, no puedo evitar pensar en el alma humana como en un mar, con su eterna agitación superficial, ese oleaje de pensamientos que van y vienen sin detenerse y que muchas veces es lo único que conocemos. Pero si nos adentráramos bajo esa turbulencia encontraríamos una quietud que no esperábamos, acostumbrados como estamos al constante golpear de las olas, abriríamos los ojos a una esencia profunda e inmóvil cuya existencia ni siquiera sospechábamos. Según Patanjali es allí donde se encuentra nuestro verdadero ser, y…
16 Quien ha alcanzado la plena comprensión de su verdadero ser ya no se verá perturbado por influencias que le distraigan, tanto en su interior como a su alrededor.
17 Entonces el objeto es gradualmente comprendido de manera plena. Esta comprensión es, al principio, más o menos superficial pero, con el tiempo, se hace más profunda. Llega un día que es total. Nace una alegría pura como consecuencia de una tal profundidad de comprensión que entonces el individuo está tan unido al objeto que pierde consciencia de lo que le rodea.
Patanjali y sus aforismos me hacen pensar en nuestra vulnerabilidad ante el diario roce con lo mundano, que como un vendaval aviva y enloquece el oleaje en nuestra mente hasta abatirnos. Normalizamos entonces el odio, la mentira, la injusticia, erosionando la Vida que Dios depositó en nosotros.
El objeto del que habla el sabio hindú es la Divinidad, único “objeto” que puede despertar en el hombre una alegría pura y que paciente nos espera en lo más profundo de nuestro mar. Acerca de Él asegura Patanjali:
23 Ofrecer regularmente plegarias a Dios, con sentimiento de sumisión a Su poder, permite ciertamente alcanzar el estado de Yoga.
24 Dios es el Ser Supremo, cuyas acciones no se basan jamás en la comprensión defectuosa.
25 Él conoce todo lo que se puede conocer.
26 Dios es eterno. De hecho es el enseñante último. Es la fuente de "Guía" para todos los maestros pasados, presentes y futuros.
28 Para estar en relación con Dios es necesario dirigirse a Él de una manera adecuada y reflexionar regularmente sobre Sus cualidades.
Patanjali y sus aforismos me hacen pensar en nuestra vulnerabilidad ante el diario roce con lo mundano, que como un vendaval aviva y enloquece el oleaje en nuestra mente hasta abatirnos. Normalizamos entonces el odio, la mentira, la injusticia, erosionando la Vida que Dios depositó en nosotros. Primero nos convenceremos de que es la única manera de vivir dadas las circunstancias, luego estas dejarán de ser excusa, nuestro corazón habrá mutado y el cambio nos habrá hecho más pobres.
Somos más vulnerables de lo que nos gusta admitir.



Comentarios